lunes, 16 de noviembre de 2009

La vida en el Monasterio

Todo lo vivimos en común: oración, trabajo, sufrimientos, alegrías.

Nuestra vida está jalonada de momentos de oración común y particular, pudiendo decir con el salmista “siete veces al día te alabo Señor”.

El trabajo nos permite vivir en equilibrio nuestra viada contemplativa, al mismo tiempo que como pobres en Cristo nos permite obtener nuestro sustento diario.

El gran anhelo de san Agustín, por la sabiduría, es un incentivo para que al estudio y la lectura dediquemos una atención y un horario especial en nuestro día.

Nuestro día está organizado a diario de esta forma, aunque en fiestas especiales, suele cambiar ligeramente:

06.30 levantarse
07.00 oración y laudes
08.00 Eucaristía
08.45 tercia y coronilla a la Stma. Virgen
09.00 desayuno, seguido de los trabajos de la comunidad.
12.45 sexta
13.00 comida y recreo
14.00 descanso
16.00 Oficio de lecturas y santo Rosario
19.00 vísperas, meditación y lectura espiritual
20.30 cena y recreo
21.30 completas

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